Tarapoto, ciudad del Amazonas Peruano (III)

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Al llegar caemos en la cuenta que Lago Lindo no es lindo, es bello. No exageró el famoso escritor peruano Mario Vargas Llosa cuando dijo que este lugar era uno de los más hermosos en los que había estado. En el bungalow, todo de madera, con vista al lago, me siento como dentro de un cuadro. Los departamentos están sobre un pequeño cerro cubierto de jardín y adornado con arbustos y una peculiar flor roja llamada situlli (Helicornia. spp). Enfrente está el apacible lago, un pequeño muelle con balsas para quienes quieran dar un paseo, bosque verde frondoso y cielo azul.

La reserva está pensada para los amantes del bird-watching, pero en realidad le gustará a cualquiera que tenga sensibilidad. Está poblada de aves, como el extravagante shansho (especie de la zona, netamente herbívora), el tucán de cuvier, el martín pescador grande y el loro harinosa, entre otras decenas más.

Como era de esperarse, en Lago Lindo todo gira alrededor del agua. Dado el típico calor de la selva, un buen y largo baño es necesario (¡no se preocupen que en esta zona no hay lagartos!). Luego es obligado un paseo en canoa, para intentar ver las aves más de cerca. Me cuenta el administrador del lodge que en este lago vive un paiche (Arapaima Gagas), ese pez gigante de las aguas amazónicas, de ocho años y tres metros de largo. Les recomiendo que cuando estén en el bote presten atención a la superficie del agua, tal vez tengan suerte y puedan verlo.

tarapoto-peru-5La comida en Tarapoto es cuestión aparte. Simple, pero sabrosa. Lo más típico es la cecina (carne de cerdo ahumada), el chorizo (uno de los mejores que he probado) y el plátano (asado, en patacones -es decir chancado y frito-, y el espectacular tacacho, una crujiente y suave bola de plátano chancado y siempre frito). También están los peces amazónicos, como el ya mencionado paiche, la doncella (Pseudoplatystoma fasciatum) y el dorado (Brachyplatystoma filamento-sum); y, para tomar algo fresco, nada mejor que una uvilla morada que crece cerca.

Tarapoto es de esos lugares a los que queremos regresar, sin siquiera habernos ido. Y ya lo comprobé, no es como cualquier otra ciudad de la selva. Tarapoto tiene lo suyo.

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