También conocida como «ciudad del pecado«, esta comunidad estadounidense creada por un gángster a principios de 1940 a raíz de la legalización de los juegos de apuesta por dinero, en medio del Desierto Mojave en el Sur de Nevada cerca de la frontera con California y Arizona, es hoy un oasis de entretenimiento para adultos, considerado el más grande del mundo.
Las Vegas, más que una ciudad, es un gigantesco parque de diversiones donde prevalecen los casinos y cuenta con catorce de los quince hoteles más grandes de los Estados Unidos con cientos de eventos de entretenimiento cada noche, eventos deportivos de importancia mundial o actuaciones de artistas famosos.
Es una ciudad que nunca duerme. Toda la acción está focalizada en el Boulevard Las Vegas, llamado también «Strip«, desde donde se puede observar la pirámide del Casino Luxor, la Torre Eiffel del Casino París, el fantástico Casino Estratósfera y llegando a la calle Freemont, uno de los centros de apuesta más antiguo como el Golden Nugget. Durante el día, se puede pasear por jardines de césped increíblemente verde, flores exóticas y grandes palmeras, todo cuidado con agua importada, y por la noche, la Strip se ilumina con miles de luces multicolores e intermitentes.
Se pueden ver espectáculos sumamente extravagantes y de gran producción como los de el Cirque du Soleil, con un valor de acceso algo costoso, pero que vale la pena. Además hay shows gratuitos en muchos de los casinos, todos los días.
Hay también numerosos recorridos turísticos que salen de Las Vegas hacia el Gran Cañon, el Valle de la Muerte, el Parque Nacional Zion, la Represa Boulder, el Lago Mead, el Valle de Fuego y otros interesantes lugares, que para disfrutarlos hay que alejarse de las mesas de juego.
Vía usatourist
