Recorrer el territorio italiano es admirar su historia y cultura por donde quiera que uno mire. Tal es el caso de una antigua ruta empleada por los romanos para iniciar la conquista de su Imperio en Oriente y que recibe el nombre de Appia Antica.
Esta magnífica carretera de prolijo empedrado con enormes adoquines se extiende por 530 kilómetros desde Roma hasta Brindisi -en el extremo sur del país- con un ancho suficiente como para que pasen tres carros de manera simultánea. Su origen data del año 312 a.C. por orden de Appiius Claudius Caecus.
A lo largo de esta extraordinaria obra de la ingeniería antigua es posible observar diferentes atractivos entre los que se destacan la Iglesia Domine Quo Vadis y también las catacumbas donde sobresale la de San Callisto formada por una serie de túneles que recorren 18 kilómetros y que albergan los restos de mártires y de los primeros papas.
Cabe destacar que durante los fines de semana Appia Antica se convierte en una calle peatonal y es muy grato recorrerla y disfrutar de las distintas propuestas gastronómicas donde los pescados y mariscos se encuentran entre los manjares más solicitados.
Las ruinas del Circo de Maxentius y la tumba de Cecilia Metella son otros lugares imperdibles en la Appia Antica, que demás está decir, debemos disponer de tiempo suficiente para poder recorrerla y conocer al detalle todos los sucesos históricos que allí acontecieron.
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